Retomando la conversación
Justo hablábamos sobre las tensiones internas entre grupos de poder en Estados Unidos, que, además, hemos podido sintonizar en vivo a través de las redes sociales; pues ahora parece que las cosas han escalado y van a seguir dando de qué hablar.
¿A qué me refiero? A la guerra intestina que se desató desde la Oficina Oval entre quien se considera -a sí mismo- el hombre más poderoso del mundo y quien lo financió para llegar, de nuevo, a esa posición. Por supuesto, hablo del pleito entre Donald Trump y Elon Musk. Ambos, mentes maestras, hemos de reconocer, el primero para la política y el segundo para los negocios. En un país en donde uno no podría sobrevivir sin el otro, han decidido atacarse por un momento en que sus intereses perdieron sincronía, peligrosa encrucijada pues la unión que una vez los fortaleció ahora puede tornarse en su contra.
¿Quién gana y quién pierde? Hasta ahora, en la proyección de los daños, Musk ya pidió a sus más de 220 millones de seguidores en X que presionen a los senadores para que voten en contra el paquete fiscal propuesto por Trump, ya que pone en riesgo el patrimonio del empresario pues borra los incentivos fiscales sobre los que se construyó Tesla, sin embargo, de no ser aprobado, el gobierno del presidente sufriría una fuerte sacudida pues dejaría de cumplir una de sus principales promesas de campaña.
Por otra parte, Trump amaga con cancelar los contratos gubernamentales de los que Musk se ha beneficiado a través de proyectos como SpaceX, Tesla, X y Neuralink, mismos que en 130 días de gobierno han hecho crecer su fortuna en más de cien mil millones de dólares. La respuesta de Musk es amagar con crear un partido político que debilitaría la base que llevó al triunfo a Trump, usando como premisa el descontento popular de que el Trumpismo solo ha beneficiado a sus amigos millionarios. A pesar de todo, Musk parece ser quien tiene más que perder si Trump decide cortar el flujo de dinero hacia sus empresas.Tal vez por eso es que ha decidido borrar varios tuits e incluso publicar que se retracta de mucho de lo que dijo la semana pasada, reconociendo que fue demasiado lejos. Por su parte, Trump también reconoce que no está negado a una reconciliación entre ambos.
Como reza la frase atribuida a Napoleón <<Si tu contrincante se equivoca, no lo interrumpas>>, veamos qué otras potencias mundiales se sonríen al ver la crisis que parece estar a punto de estallar en el interior de los más altos círculos de poder en Estados Unidos.
Desde nuestro amado México presenciamos estos vaivenes, como quien observa un partido y sigue el trayecto de la pelota de un lado al otro de la cancha, sin una afición por ningún bando, simplemente viendo el juego porque eso están pasando en la tele. ¿Qué estarán pasando en los otros canales?

