El exgobernador Javier Corral no se presentó a la audiencia de desahogo de pruebas convocada por la Secretaría de la Función Pública. La diligencia, que inició minutos después de las 11 horas, contó con un abogado de oficio asignado por la dependencia. Corral enfrenta acusaciones de enriquecimiento ilícito por la compra de un terreno sin declarar y defraudación fiscal por no pagar impuestos municipales sobre dicho terreno, con el cual amplió su casa en Ciudad Juárez.
A través de redes sociales, Corral calificó el procedimiento de «burdo y carente de sustento jurídico» y afirmó no querer participar en un «circo mediático». ¿Será que al dueño del circo no le gusta el show cuando él es el protagonista principal? Paradójicamente, quien alguna vez estuvo al frente como paladín de la lucha contra la corrupción, ahora huye del escrutinio público, cuestionando la transparencia y rendición de cuentas en la gestión pública.
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El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) impuso multas históricas de 1,174 millones de pesos a siete partidos políticos por irregularidades en las campañas electorales de este año. Estas sanciones, originalmente contempladas en más de 1,500 millones de pesos, subrayan que los mismos partidos se pasan la ley por el arco del triunfo.
Morena encabeza la lista con multas por un total de 392.6 millones de pesos, seguidos de Movimiento Ciudadano con 245 millones, los partidos favoritos del presidente en la pasada elección.
Gastos no reportados, reportes extemporáneos y propaganda sin documentar, evidencian un sistema electoral que aún tiene mucho por mejorar en términos de transparencia y rendición de cuentas.
y como está de moda se vuelve a poner en el debate la comparativa con Estados Unidos sobre una posible recaudación directa para financiar a los partidos políticos o mejor dicho las campañas en lugar de utilizar los impuestos de los ciudadanos para cubrir estos derroches, una práctica que ya sucede de forma extraoficial.
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Mario Delgado reveló que Morena elegirá a su nuevo dirigente en un Congreso Nacional que se celebrará la última semana de septiembre, justo antes de que Claudia Sheinbaum asuma la presidencia. Esta decisión, aunque presentada como un paso hacia la transparencia, plantea serias interrogantes sobre la verdadera intención del timing: ¿está Morena preparando un cambio de liderazgo para sincronizarse con la nueva administración o para consolidar sus propias filas?
Hasta el momento, la única aspirante oficial es Luisa María Alcalde, Secretaria de Gobernación. Este escenario sugiere que, más allá de un proceso democrático, podría haber un acuerdo previo que limita la competencia real por el liderazgo. La promesa de un proceso transparente y unido podría ser una fachada para una elección que, en esencia, ya está definida.